¿Qué es la neoplasia?

Las células son los componentes básicos de los seres vivos, de hecho, el cuerpo humano está compuesto por trillones de células, todas con su propia función especializada. En este sentido, entre sus principales funciones se encuentra la de proporcionar estructura al cuerpo y absorber los nutrientes de los alimentos.

No obstante, cuando las células se dividen o multiplican excesivamente en el cuerpo, se generan los tumores. En concreto, cuando el crecimiento de las células es más rápido de lo normal y sobreviven más tiempo, se produce lo que se denomina neoplasia.

¿Quieres saber en qué consiste la neoplasia y cuáles son sus principales características? ¡Sigue leyendo, te contamos todo lo que debes saber sobre esta masa anormal de tejido!

 

¿Qué es la neoplasia? 

Los tumores están compuestos por células vivas que se diferencian de las células del órgano normal, del que se deriva el tumor, en que los controles de división celular, muerte celular y diferenciación celular, que operan en este tejido u órgano, se han desregulado o perdido. Esto puede haber ocurrido por:

  • Perder funciones parcial o totalmente especializadas, es decir, cambios en la apariencia celular.
  • Adquirir nuevas funciones, como la invasión y la metástasis. 

En este sentido, según el oncólogo británico Willis, una neoplasia es “una masa anormal de tejido, cuyo crecimiento excede y no está coordinado con el de los tejidos normales circundantes, y persiste de la misma manera excesiva después de la cesación de los estímulos que provocaron el cambio.”

En otras palabras, en el cuerpo humano, hay billones de células normales y sanas. Normalmente, estas células crecen, se dividen, multiplican, mueren y reemplazan de manera controlada. Sin embargo, en el caso de una neoplasia, estas células crecen más rápido de lo normal y sobreviven más tiempo del que deberían.

Por tanto, la neoplasia es un crecimiento anormal de un tejido provocado por un rápido aumento de células que han sufrido algún tipo de mutación, es decir, que son anormales.

 

Neoplasia, ¿benigna o maligna?

Teniendo en cuenta lo que es la neoplasia, hay que destacar que este se puede dividir en crecimientos benignos, cáncer o tumores precancerosos

Una neoplasia benigna es un crecimiento que no tiene características celulares de cáncer o precancer, es decir, es muy poco probable que se vuelva peligroso. A menudo, se denominan marcas de nacimiento y pueden desarrollarse durante la niñez tardía o en la edad adulta.

Generalmente, este tipo de tumores crecen lentamente, si es que lo hacen, y no son potencialmente mortales. De hecho, no invaden ni metastatizan, sino que se proliferan y dividen sin llegar a invadir los tejidos circundantes, mientras que las neoplasias malignas sí que muestran evidencias de invasión en los tejidos adyacentes.

No obstante, el hecho de que los tumores benignos no se propaguen a otras partes del cuerpo y no sean un cáncer, no significa que no pueda causar problemas. Los fibromas, por ejemplo, pueden causar sangrado y dolor importante que puede requerir una extirpación quirúrgica. 

Algunos ejemplos de neoplasias benignas son los lunares de piel, los quistes en las glándulas sebáceas, los quistes mamarios que generalmente se desarrollan durante el embarazo, crecimiento de piel encapsulado, tejido cicatricial elevado y fibras uterinas, entre otros. 

Por su parte, un tumor precanceroso tiene características de un tumor maligno, pero todavía no se ha convertido en cáncer y no se ha diseminado. Generalmente, se diagnostican con un examen microscópico de la neoplasia y algunos ejemplos son los papilomas, pólipos y la meningioma.

El cáncer es una neoplasia maligna que puede crecer rápidamente, diseminarse y causar daño en el cuerpo. Además, puede hacer metástasis, que es cuando las células cancerosas se diseminan por todo el cuerpo, puede volver después de la extirpación quirúrgica e invade y destruye los tejidos circundantes.

Una neoplasia maligna puede crecer en cualquier parte del cuerpo y pueden producir signos y síntomas como.

  • Pérdida de sangre: ulceración y hemorragia.
  • Presión y destrucción del tejido adyacente.
  • Obstrucción o constricción del flujo en órganos vitales.
  • Efectos metabólicos: pérdida de peso severa que incluye una reducción de la masa muscular, producción de hormonas específicas del tumor…

Algunos ejemplos de neoplasias malignas o cáncer son el linfoma, el cáncer de pulmón o el cáncer de mama.

Lo cierto es que puede resultar difícil saber si una neoplasia es benigna o no. A menudo, el profesional de la salud puede diferenciarlos según la apariencia, textura y el historial de crecimiento, pero cuando hay dudas, la mejor opción es realizar una biopsia.

Normalmente, una neoplasia benigna tiene células que parecen normales, pero con un espacio regular entre ellas, mientras que una neoplasia cancerosa o precancerosa, tiene células que parecen anormales en tamaño, forma o color, con un espaciado irregular y apiñado entre las células.

 

¿Por qué ocurre la neoplasia? 

En la actualidad, todavía se están investigando las causas exactas del crecimiento tumoral. No obstante, los investigadores indican que el crecimiento tumoral canceroso se produce por mutaciones del ADN dentro de las células, es decir, estas células no funcionan correctamente y se vuelven cancerosas.

En este sentido, hay una serie de factores contribuyentes que pueden hacer que los genes muten y provoquen el crecimiento de estos tumores, como la genética, el envejecimiento, las hormonas, el tabaco, la bebida, la obesidad, los trastornos inmunes, las toxinas químicas, la sobreexposición a la radiación o al sol y algunos virus.

En cuanto a los síntomas, dependen en gran medida de dónde se encuentre la neoplasia, pero sí que existen algunos síntomas comunes: anemia, dificultad para respirar, dolor abdominal, fatiga persistente, escalofríos, diarrea, fiebre, lesiones, pérdida de apetito…

 

¿Tiene un tratamiento la neoplasia? 

A la hora de tratar la neoplasia maligna, existen varias opciones, aunque la que más se utiliza es la cirugía, que, además, es también la más efectiva. El problema es que, una vez se ha producido la metástasis, la cirugía ya no es una terapia curativa primaria.

Otro método es la radiación, cuya efectividad depende de la radiosensibilidad del tumor y la capacidad del cuerpo para tolerar la dosis de radiación sin secuelas graves de necrosis, fibrosis o enfermedad por radiación.

La eficacia de la quimioterapia también depende de la capacidad de los fármacos para envenenar selectivamente las células neoplásicas y no las células normales y la inmunoterapia intenta promover la vigilancia inmunológica propia del cuerpo o dirigir los anticuerpos contra los antígenos tumorales. 

También hay algunos agentes físicos, como la hipertermia y la crioterapia, que ayudan a destruir selectivamente las células neoplásicas más sensibles.

No obstante, el tratamiento más efectivo para este tipo de pacientes es el apoyo emocional de sus familiares, amigos y médicos. Una actitud positiva o tener algo por lo que seguir luchando hará que el paciente mejore con el tratamiento y viva por más tiempo.

Ahora que ya sabes qué es, los tipos, causas y tratamientos de neoplasia que existen. Quizás te interese el curso de Experto universitario en oncología para seguir profundizando en el tema.

 

Bibliografía 

El paciente oncológico, Judit Roca Llobet, enfermera y profesora de Médico Quirúrgica, y Francisca Ruiz Mata, enfermera del Hospital de Día Oncología y del Hospital General de Catalunya. 

https://massivebio.com/what-is-the-difference-between-a-tumor-and-a-neoplasm/

https://training.seer.cancer.gov/disease/cancer/terms.html

 

Imagen: Experto Universitario en Oncología Acreditado: Universidad Católica San Antonio de Murcia
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