Aspectos básicos de la ventilación mecánica

Desde los primeros pulmones de acero hasta los ventiladores de la última generación se han producido un sinfín de cambios y avances que han hecho posible que, actualmente, sean varios los métodos que se pueden utilizar para monitorizar las variables respiratorias.

Uno de ellos es la ventilación mecánica, que se produce, principalmente, cuando el paciente no puede respirar por sí solo y necesita ayuda.

La complejidad de la ventilación mecánica hace que sean muchos los cursos y programas formativos que buscan profundizar, de una forma dinámica, en un método que, actualmente, salva miles y miles de vidas.

 

¿En qué consiste la ventilación mecánica?

La ventilación mecánica (VM) es un método de soporte vital ampliamente utilizado en situaciones clínicas de deterioro de la función respiratoria, de origen intra o extrapulmonar. Dicho en otras palabras, es un procedimiento de respiración artificial que emplea un aparato para suplir o colaborar con la función respiratoria de una persona, que no puede hacerlo por sí misma.

De esta forma, la ventilación mecánica ayuda a que mejore la oxigenación e influye en la mecánica pulmonar. De hecho, su principal beneficio se centra en el intercambio gaseoso y la disminución del trabajo respiratorio.

Este tipo de método se aplica en las Unidades de Cuidados Intensivos, aunque, eventualmente, también se requiere su uso en servicios de urgencias, en el trasporte del paciente crítico y en condiciones que amenazan la vida de la persona.

Dummy intuvado con Ventilación Mecánica

Así, el empleo de la ventilación mecánica permite reducir las complicaciones de la insuficiencia respiratoria aguda (IRA) y a mejorar la vida de los pacientes en estado crítico. Además, los recientes avances tecnológicos y la mejor comprensión de los procesos fisiopatológicos incrementan la sofisticación de los ventiladores mecánicos y facilitan el tratamiento de estos pacientes.

Hay que tener en cuenta que el respirador genera una presión positiva en la vía aérea durante la inspiración. La ventilación es el proceso que lleva el aire inspirado a los alvéolos. Esto es posible gracias a la actividad muscular, que, al modificar el gradiente de presión, cambia los volúmenes pulmonares.

La caja torácica y el pulmón son estructuras elásticas, por lo que este proceso tiene dos partes:

  • Inspiración. En ella, el diafragma y los músculos intercostales se contraen mientras que el tamaño de la cavidad torácica aumenta, lo que provoca una disminución de la presión y un aumento del volumen, causando la entrada de aire en los pulmones.
  • Espiración. Los músculos inspiratorios se relajan y la cavidad torácica disminuye de tamaño, al igual que el volumen mientras que la presión aumenta, lo que provoca la salida del aire.

Imagen: Ventilación mecánica Acreditado: Universidad San Jorge
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Tipos de ventilación mecánica

La ventilación mecánica no es un tratamiento en sí, sino una técnica de soporte vital que permite mantener la función respiratoria mientras se realizan otros tratamientos curativos. En este sentido, a la hora de utilizar la ventilación mecánica se pueden diferenciar dos tipos:

  • La ventilación mecánica invasiva (VMI), también conocida como ventilación mecánica tradicional,  que emplea una intubación endotraqueal o una traqueotomía. Normalmente, este es el tratamiento habitual en la insuficiencia respiratoria.
  • La ventilación mecánica no invasiva (VMNI), que involucra varios tipos de mascarillas. Esta es una alternativa eficaz a la invasiva, ya que disminuye el riesgo de complicaciones y reduce costes. Generalmente se utiliza en pacientes con edema agudo de pulmón e insuficiencia respiratoria hipercapnica secundaria.

El ventilador mecánico

El ventilador mecánico es una máquina que ocasiona la entrada y salida de gases de los pulmones. Como no tiene la capacidad para difundir gases, se denomina ventilador y no respirador.

Ventilación mecánica.Los ventiladores mecánicos se clasifican en función del mecanismo del ciclado, es decir, del sistema por el que cesa la inspiración y empieza la fase inspiratoria pasiva.

Así, se dividen en ciclados por presión, cuando se abre la válvula respiratoria y cesa el flujo inspiratorio: ciclados por volumen, cuando se ha entregado el volumen programado; ciclados por tiempo, cuando se mantiene constante el tiempo inspiratorio; y ciclados por flujo, cuando este cae por debajo de un valor determinado se da el paso a la fase espiratoria.

Además, también existen una serie de fases en el ciclo ventilatorio. La primera de ellas es la insuflación, cuando el aparato insufla el volumen de aire en el pulmón a través de una gradiente de presión.

La segunda es la meseta, que se produce cuando el gas introducido en el pulmón se mantiene dentro de él durante un tiempo regulable. Y, por último, se encuentra la deflación (vaciado del pulmón), que es un fenómeno pasivo, causado por la retracción elástica del pulmón.

Complicaciones de la ventilación mecánica

La ventilación mecánica invasiva puede producir efectos secundarios importantes, fundamentalmente de tipo infeccioso y barotrauma, es decir, lesión por aumento de presión. Esto se debe a que, principalmente, este tipo de ventilación afecta directamente al aparato respiratorio, pero también induce cambios en el resto de los órganos.

Generalmente, las complicaciones están ligadas con la intubación endotraqueal y la sedación, pero también con los pulmones, donde se puede provocar o agravar la lesión pulmonar.

Otro tipo de complicaciones son las renales, ya que la ventilación mecánica es un factor de riesgo para insuficiencia renal aguda, y las gastrointestinales, puesto que disminuir la perfusión también afecta a las vísceras abdominales.

A esto se suma también las complicaciones neurológicas, puesto que el uso de presión positiva conlleva a un aumento de la presión intracraneal, y a las complicaciones infecciosas, como neumonía, traqueobronquitis o sinusitis.

Ventilación mecánica no invasiva (VMNI)

Ventilación mecánica no invasiva.La ventilación mecánica no invasiva, como hemos dicho anteriormente, puedes definirse como cualquier forma de soporte ventilatorio que se administra sin necesidad de intubación endotraqueal. Este tipo de técnica ha experimentado en las últimas décadas un crecimiento importante en su utilización en pacientes que requieren soporte respiratorio.

El hecho de que no sea necesario colocar un tubo endotraqueal dentro de la vía aérea y  que se utilice interfaces no invasivas, como mascarillas, conlleva a que disminuyan las complicaciones. A esto se suma una menor necesidad de sedación e incidencia de infecciones, como la neumonía asociada a la ventilación mecánica invasiva.

Precisamente, esa es la principal diferencia con la ventilación mecánica invasiva, ya que el resto de principios básicos y objetivos son los mismos.

Además, es más cómodo porque el paciente puede comunicarse, comer y beber y, uno de los aspectos más importantes, es que puede utilizarse fuera de la UCI, lo que permite un menor consumo de recursos.